O QUE PENSA A MÍDIA
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Política e cultura, segundo uma opção democrática, constitucionalista, reformista, plural.
terça-feira, 15 de julho de 2008
DEU EM LA NACIÓN (Santiago)
LA TRAYECTORIA Y EL GESTO DE SALVADOR ALLENDE
Tomás Moulian
Hoy día no es un fantasma agobiado, más bien es la bandera de un combate que sigue vivo
Tomás Moulian
Hoy día no es un fantasma agobiado, más bien es la bandera de un combate que sigue vivo
Allende no ingresa a la historia por su muerte, ingresa en ella por su vida, aunque su final lo convierte en un mito. Por su instinto político y su realismo histórico el Presidente mártir fue la expresión simbólica de una "nueva forma" de acceder al socialismo, en un momento en que los síntomas de crisis de los socialismos reales ya empezaban a apreciarse.
El análisis de la trayectoria global de Salvador Allende y en especial de sus posiciones en el agitado periodo de la Unidad Popular se hace necesario para interpretar de manera adecuada el término de su vida.
En una izquierda que desde temprano se coloca al amparo del marxismo y en un partido que en los '60 deriva hacia el maximalismo, Allende representó un tipo particular de político revolucionario, aquel que cifraba esperanzas en el poder electoral como una de las expresiones del poder de masas y que creyó que era posible en Chile acumular fuerzas para el socialismo desde dentro del propio sistema político.
Allende no fue un tribuno revolucionario amante de la retórica, sino un político forjado en las luchas cotidianas por conseguir espacios para una política popular dentro de un sistema democrático representativo, en el cual las alianzas eran factibles para una parte de la izquierda de los cincuenta pero no para las de los sesenta del siglo XX. Pero, pese a eso, nunca abandonó la crítica al capitalismo y el deseo del socialismo. En este punto reside la gran diferencia de las posiciones de Allende con las del partido actual. Que fuera un gran político realista no significa que negara el futuro como posible realización de una alternativa y que se conformara con una política pragmática.
Su visión de la política empezó a fraguarse desde 1933, cuando siendo todavía un joven universitario militó en el grupo Avance y participó en Valparaíso en la fundación del Partido Socialista, pero en especial se elaboró en el período de las coaliciones de centro izquierda (1938-1947), en particular en el Gobierno de Pedro Aguirre Cerda, del cual fue ministro de Salud en 1939.
En esa actividad gubernamental plagada de contradicciones y más tarde en 1943 como secretario general del PS, dio los primeros pasos hacia la búsqueda de unidad entre los dos grandes partidos populares, el PS y el PC, una práctica que desde 1952 en adelante sería el centro de su estrategia.
Para realizar la política de unidad socialista-comunista Allende se vio obligado en 1952 a un gesto paradójico, abandonar su partido. La pequeña organización socialista a la que se incorporó había quebrado el partido madre cuando éste se opuso a la ilegalización de los comunistas. Como se observa, la ruptura original tuvo motivaciones de derecha, pero cuando Allende se retiró del partido socialista mayoritario al volcarse éste al ibañismo, impulsó a la organización a trabajar con los comunistas aún en la ilegalidad. Con ellos creó el Frente de la Patria, del cual surgió, en 1952, su primera candidatura presidencial.
La política llevada a cabo desde esa fecha convirtió al futuro Presidente en el líder de la unidad de acción entre las dos grandes formaciones populares. Esa estrategia fue favorecida por la influencia en el PCCh del 20º Congreso del PCUS, realizado en 1956, que elaboró la política de la coexistencia pacífica y, por ende, creó las bases de una estrategia de tránsito pacífico al socialismo, en un momento en que no existía aún en el continente latinoamericano una experiencia confrontacional exitosa, como la cubana.
Los resultados electorales de 1958, donde Allende casi obtuvo el triunfo, lo convirtieron en el líder de los '60. Siguió siéndolo aunque su realismo lo alejó de las posiciones de su partido y lo colocó más cerca del PC. No se dejó arrastrar por el viraje a la izquierda que los socialistas emprendieron después de la derrota en la campaña presidencial de 1964.
Entonces muchos se apresuraron a decretar el cierre de las posibilidades electorales y anunciaron la necesidad de cambiar de estrategia sin darse el trabajo de estudiar las especificidades del caso chileno. Se mantuvo al margen. Sin dejar nunca de valorar y apoyar a Cuba, siguió pensando, casi en solitario, que era posible triunfar en las presidenciales y desde allí impulsar un tránsito institucional al socialismo. Esa actitud lo hizo blanco de muchas críticas, en especial de la acusación de tradicionalismo.
La mentalidad triunfalista de la década del '60, un período optimista respecto a la actualidad de la revolución y a su necesidad para superar las incapacidades del capitalismo, impidió que los partidos y los intelectuales marxistas se plantearan las preguntas que requería la construcción del socialismo en Chile por la vía institucional. ¿Era posible en condiciones de aislamiento de los sectores progresistas del PDC, potenciados por el liderazgo de Tomic? Dicho de otro modo, ¿cómo conseguir mayoría estatal y de masas, requisito esencial, sin construir un bloque por los cambios, un amplio arco progresista?
Durante el intenso período de la UP, Allende fue más allá que nadie en la definición del horizonte estratégico. En su discurso del 21 de mayo de 1971, hablando de la meta y no sólo de la fase, definió el socialismo chileno como libertario, democrático y pluripartidista.
Esa concepción lo transformó en vanguardia, en adelantado de las tesis del eurocomunismo.
Avanzó más allá que los comunistas chilenos, porque éstos no abandonaron la concepción ortodoxa y fueron por ello atrapados por la lógica del momento decisivo, aquella coyuntura en el cual por fin se obtendría el "poder total". Los comunistas, eso sí, prolongaban esa fase en el tiempo, lo que era un mérito político, pero no prescindieron de ella. La famosa metáfora de Luis Corvalán sobre el destino final del tren, lo decía con precisión: llegaría hasta Puerto Montt, aunque algunos aliados transitorios decidieran desembarcarse antes.
Pero Allende, aun teniendo claro que no había tránsito institucional exitoso sin la creación de una alianza estratégica con los sectores progresistas que generara una sólida mayoría, no fue capaz de imponer esas políticas. Su lucidez fue vana. Nunca quiso abandonar su ética humanista para usar los recursos autoritarios del poder, como lo hicieron casi todos los Presidentes entre el '32 y el '70. Actuó correctamente, aunque con eso privara a su "revolución" del recurso de atemorizar.
De otro modo, el avanzado grado de desarrollo de la crisis de principios de 1973 lo hubiese obligado no sólo a reprimir legalmente a ciertos opositores sino a los grupos de izquierda. Fue siempre un político democrático, aun en aquellos tiempos de constantes amenazas a la gobernabilidad.
Creo que sin llegar al autoritarismo debió haber jugado más a fondo el papel tradicional del Presidente fuerte, que adquiere autonomía de las orgánicas e impone sus decisiones. Fueron las vacilaciones de los partidos y la lentitud del Jefe de Estado lo que precipitó el final e hizo el golpe más fácil para los enemigos. Lo que sucedía es que la UP estaba desgarrada por el empate catastrófico entre quienes aceptaban la necesidad de negociar y quienes postulaban el "avanzar sin transar".
Allende no ingresa a la historia por su muerte, ingresa en ella por su vida, aunque su final lo convierte en un mito. Por su instinto político y su realismo histórico el Presidente mártir fue la expresión simbólica de una "nueva forma" de acceder al socialismo, en un momento en que los síntomas de crisis de los socialismos reales ya empezaban a apreciarse.
Como hoy se sabe de manera indudable, Allende se suicidó. No se entiende ahora por qué se ocultó durante tantos años. Optó por una muerte intencional, no una procurada por el azar. Fue un acto de combate. En esa terrible mañana del 11 el Presidente pasó del dolor a la lucidez. Primero lo abrumó la traición. Múltiples testigos hablan de su preocupación por "Augusto". En uno de los discursos de esa mañana conminó a los militares leales a salir en defensa del Gobierno. ¿En quién otro podía haber pensado que en Pinochet?
Creo que sin llegar al autoritarismo debió haber jugado más a fondo el papel tradicional del Presidente fuerte, que adquiere autonomía de las orgánicas e impone sus decisiones. Fueron las vacilaciones de los partidos y la lentitud del Jefe de Estado lo que precipitó el final e hizo el golpe más fácil para los enemigos. Lo que sucedía es que la UP estaba desgarrada por el empate catastrófico entre quienes aceptaban la necesidad de negociar y quienes postulaban el "avanzar sin transar".
Allende no ingresa a la historia por su muerte, ingresa en ella por su vida, aunque su final lo convierte en un mito. Por su instinto político y su realismo histórico el Presidente mártir fue la expresión simbólica de una "nueva forma" de acceder al socialismo, en un momento en que los síntomas de crisis de los socialismos reales ya empezaban a apreciarse.
Como hoy se sabe de manera indudable, Allende se suicidó. No se entiende ahora por qué se ocultó durante tantos años. Optó por una muerte intencional, no una procurada por el azar. Fue un acto de combate. En esa terrible mañana del 11 el Presidente pasó del dolor a la lucidez. Primero lo abrumó la traición. Múltiples testigos hablan de su preocupación por "Augusto". En uno de los discursos de esa mañana conminó a los militares leales a salir en defensa del Gobierno. ¿En quién otro podía haber pensado que en Pinochet?
Allende había dicho en un discurso en el Estadio Nacional en presencia de Fidel Castro que no saldría vivo de La Moneda. En el escenario de los bombardeos, buscó conseguir el mayor efecto político. Descartó el avión que le ofrecían los golpistas y preparó la respuesta más adecuada, que debía ser la mejor expresión de sus ideales y que debía producirle el mayor daño al general desleal que ejecutó la tragedia. Ese es el gesto del suicidio. Aquel acto salpicó a Pinochet para siempre con la sangre de Allende. Esa fue su primera marca, huella indeleble.
En el mismo momento de triunfar, Pinochet comenzó a caminar hacia donde terminó, como soldado sin honor, que huyó de su responsabilidad. Otra hubiese sido la suerte de este hombre si no se hubiera embarcado en la máxima crueldad, si hubiese aplacado las fuerzas oscuras que lo condujeron a bombardear La Moneda y forzar el suicidio de Allende. Con la muerte de Allende, Pinochet quedó para siempre manchado. Aparente triunfador, no podrá tener jamás el sitial del héroe, porque, como lo dice la tragedia griega, héroe puede ser Agamenón pero no Egisto, el traidor.
Allende perdió la primera batalla por un nuevo socialismo. Pero hoy día no es un fantasma agobiado, más bien es la bandera de un combate que sigue vivo, pues el socialismo del siglo XXI tiene que ver con su ideario, con sus luchas por una democratización profunda y también gradual y no violenta de las sociedades capitalistas.
ENVELHECER
Graziela Melo
Graziela Melo
Como se fossem
Descartáveis,
Partes do meu
Eu,
Vão
Apodrecendo,
Desonerando
Arrefecendo...
Podre,
Está
Meu corpo!
Já não vejo bem
O sol!
Caminhar
é ato
Dolorido.
Os sonhos
Vão, aos poucos
Se escondendo
Num recanto
Recolhido
De uma alma
Que descansa
Preguiçosa...
Arredia,
Presunçosa...
E não consegue
Vislumbrar
O outro dia...
O amanhã,
O Ontem
À tarde,
O hoje,cedo
O espanto,
A morte,
O medo!!!
Rio de Janeiro, 17/06/2008
DEU EM O GLOBO
DEVEMOS BEBER DESTA ÁGUA SUJA
Arnaldo Jabor
Mais uma vez Nelson Rodrigues surge para me orientar
Arnaldo Jabor
Mais uma vez Nelson Rodrigues surge para me orientar
O telefone preto tocou. Era o Nelson Rodrigues. Ele me liga de sua nuvem de algodão, num céu crivado de estrelas de purpurina. Nelson se manifesta sempre nas crises - minhas e do país.
- Nelson, que bom que você ligou... estava precisando. O Brasil está um labirinto de escândalos.
- Ora, rapaz, o país sempre foi assim. Só mudou uma coisa: antes, a consciência social dos brasileiros era medo da polícia; agora, eles perderam o medo... Eu sou do tempo do ladrão de galinha, quando só tinha três ou quatro bandidos no país... ah... bons tempos... O Zé da Ilha, o Mineirinho, até os apelidos eram mais doces... Havia uma vaga simpatia pelos vagabundos. Hoje não; quem faz sucesso são os ladrões de casaca... Eles entram na churrascaria e são olhados com admiração. "Olha lá o gatuno!" - o executivo diz, comendo uma picanha. E o outro responde, trêmulo de inveja: "É ladrão, mas dá nó em pingo d"água! Dizem que ele tem até Picassos na cozinha..." E as santas esposas suspiram ao lado, pensando nas jóias que ganhariam deles... E ainda se viram para o marido e lhe atiram na cara: "Você não é honesto não; você é burro!!".
Elas têm razão. Falta de caráter facilita a vida. Ninguém mais é honesto. A honestidade é uma úlcera que devora as entranhas como uma víbora do Butantã...
- Mas, não entendo... Nelson... os caras já têm bilhões. O Nahas já derrubou as bolsas, quebrou o mercado de prata no mundo! E querem mais?
- Rapaz, roubar é um vício secreto; no ladrão de galinha e nas grandes jogadas, vive-se a doce embriaguez da adrenalina, feito lança-perfume no Bola Preta.
- E os caras nem se escondem mais no suéter... saem de cabeça erguida...
- Claro! Ser preso faz parte do jogo. Quem ia conhecer seus feitos sem a prisão? Eles se orgulham. É um xeque-mate ao contrário, uma vitória ao avesso. A lei no país é um bálsamo.
Eles se exibem feito Clark Gables, Gregory Pecks, com sorriso de pasta de dentes... se orgulham... No meu tempo, o canalha se escondia envergonhado pelos cantos ou então se ocultava atrás da "pose"... Ahhh... como era importante a "pose". A habilidade do grande ladrão era aparentar... Mesmo com um "jabá" ali, quentinho, no bolso, a pose era imprescindível.
O larápio antigo tinha perfil de medalha, sorrisos conciliatórios, oportunismo disfarçado de tolerância democrática. Havia a doce volúpia de prometer e não cumprir, de trair de cara limpa. Todos fingiam a tranqüila solidez de bons estadistas ou empresários.
O povo babava na gravata e berrava, dando rutilas patadas: "Digam o que disserem - ele rouba, mas faz". E faziam mesmo, quase nada, mas faziam. O povo deixava-se roubar, boquiaberto e devoto. Hoje, os viadutos morrem no ar, as placas de obras dormem no meio das caatingas.
Antes, os rapineiros tinham um estranho amor pelo país que pilhavam... Sentiam-se no direito da "mão grande"... Eles se sentiam parte da tradição nacional, misturados com as florestas, com as cachoeiras... Havia uma simbiose consentida entre eles e o povo. Eles acreditavam que eram bons para o Brasil. Na mentira, o essencial é o auto-engano.
Ahhh, que saudades do Lupion, do Ademar, do buraco do Lume, tantos... Roubar era uma arte, rapaz...
- Hoje é um esporte?
- Rapaz, hoje o roubo é em girândolas (desculpe a frase) mas hoje não há autores, há cúmplices; todos são cúmplices. Antes, fulano roubava sicrano ou beltrano. Hoje, cada bandalheira se espalha como uma trepadeira de chuchus, é um jogo-da-velha com mil buracos, uma firma sai de dentro da outra, como cartola de mágico, cada ladrão tem sete cabeças, de sete cabeças saem outras sete e nunca se consegue matar a hidra. Ninguém entende nada. O povão treme dentro da própria boçalidade: afinal, quem roubou quem? Ninguém entende. O não entendimento faz parte da estratégia... Pois o próprio Lula não falou que "podem investigar, que o povo nem sabe o que é dossiê"? É um caso sério, rapaz...
- E como condenar alguém se todo mundo mente?
- Ninguém está mais faltando com a verdade... Isso é coisa antiga... O canalha de hoje não tem respeito nem pela mentira.
Antes, o sujeito roubava e fugia para o mato. Hoje, foge para o Congresso. Você viu os deputados do mensalão? Todos querem acabar com o "foro privilegiado" e cair na justiça comum, porque sabem que lá mora a liberdade dos infinitos habeas corpus...
Por exemplo, o grande erro daquele Cacciola foi fugir. Se ficasse aqui, não lhe aconteceria nada... Agora, vai ser caçado como uma ratazana grávida... pra servir de "exemplo".
Mas a grande novidade na gatunagem contemporânea é o ladrão com justa causa. Existem vigaristas que dizem, de peito enfunado e testa alta: "Eu roubo porque não vou deixar aí essa grana para pagar o FMI!"
E também temos os bandidos ideológicos: "Não é roubo não... - afirmam - trata-se de "desapropriação" dos capitalistas!".
Você viu outro dia a comemoração dos pelegos sindicalistas no Congresso, felizes, tudo de gravata, com uísque 30 anos, ameaçando jornalistas? A ideologia absolve e justifica os ratoneiros.
"Não tem nada demais pegar mais 100 milhões por ano e não prestar contas ao TCU... - afirmam - trata-se da vitória dos sindicatos sobre os burgueses que exploram o povo, pois, como dizia Lênin: os fins justificam os meios..." É assim... Antigamente, o comuna verdadeiro, o legítimo, o escocês, tinha orgulho da própria miséria. Andava esmolambado pelos cantos, filando ponta de cigarro. Neste novo governo, surgiu o desfalque em nome de Marx... que aliás está uma fera com o PT aqui em cima...
- E que vai ser de nós, Nelson?
- Isso tudo é muito bom. Está se rompendo a úlcera do país, a apendicite supurada vai furar... O Código Penal já está desmoralizado, há juízes jovens e implacáveis, a PF parece SWAT de filme americano. É bom...
O Brasil está assumindo a própria lepra, a própria miséria moral. E essa coisa torta, mentirosa, vagabunda é a nossa verdade. Você não quer saber qual é a verdade? É isso.
Os brasileiros deviam se abaixar no meio-fio e beber desta água suja. Ela é a nossa salvação.
- Nelson... você sempre me traz esperança...
- Deus te abençoe...
DEU EM O ESTADO DE S. PAULO
QUE INFLAÇÃO É ESSA?
Ilan Goldfajn
Parece que o cargo de ex-diretor do Banco Central (Bacen) é vitalício. Pelo menos se depender da quantidade de questionamentos sobre a inflação que tenho recebido nas últimas semanas: "Por que está tudo mais caro no supermercado?", "o governo vai fazer alguma coisa?"
Resolvi escrever e oferecer respostas a algumas perguntas que circulam por aí:
Ilan Goldfajn
Parece que o cargo de ex-diretor do Banco Central (Bacen) é vitalício. Pelo menos se depender da quantidade de questionamentos sobre a inflação que tenho recebido nas últimas semanas: "Por que está tudo mais caro no supermercado?", "o governo vai fazer alguma coisa?"
Resolvi escrever e oferecer respostas a algumas perguntas que circulam por aí:
Qual é a situação da inflação no Brasil? O pior já passou? - A inflação tem acelerado, mas se espera que recue, mais para a frente. O IPCA (medida de inflação oficial) acumulou 6% nos últimos 12 meses e acelerou para 7,5% no primeiro semestre. Os analistas esperam um recuo lento da inflação ao longo do próximo ano e meio, com 2008 fechando em algo entre 6,5% e 7%, e 4,5% e 5,5% em 2009. Os mais pobres tiveram uma inflação mais alta. O INPC, índice que mede a inflação daqueles que recebem até seis salários mínimos, acumulou, em 12 meses, 7,3% e acelerou para 8,7% nos últimos seis meses. Não há garantias de que o pior já tenha passado, apenas há a expectativa (ainda não fundamentada) de que o choque inflacionário tenha chegado ao seu limite, e confiança no combate à inflação pelo Banco Central.
A inflação é "só" dos alimentos, ou do "feijãozinho", como disse o ministro da Fazenda? - Não.
Nem seria boa notícia se o fosse. Além do fato de os alimentos afetarem desproporcionalmente os mais pobres (que gastam mais da sua renda com alimentos), há a idéia errônea de que a inflação quando concentrada em alimentos é temporária e vai voltar naturalmente. Não é o caso na atual situação. O que está ocorrendo é mais do que uma infelicidade climática que atingiu alguns alimentos. Está havendo uma mudança estrutural no mundo (e no Brasil), na qual o preço dos alimentos vai ter de ficar mais alto em relação ao resto dos produtos e serviços, devido a uma boa notícia: há mais gente se alimentando melhor, especialmente na Índia e na China, mas também no Brasil.
A inflação atual é um fenômeno mundial e não há muita coisa que o Brasil possa fazer? Não seria o típico caso de um choque de oferta que deveria ser acomodado? - É um auto-engano acreditar que o aumento recente de inflação é "apenas" um fenômeno mundial e não haveria nada a fazer contra isso. Na verdade, cada país tem sua responsabilidade na inflação global. Há um crescimento forte da demanda em muitos países, o que gerou dificuldades globais de produzir no ritmo necessário para atendê-los. No Brasil, as vendas crescem acima da produção já faz um bom tempo. Ao olho destreinado a situação no mundo pareceria de um choque de oferta (gerando escassez de produção), mas, na verdade, revela excesso de demanda. O fato de os preços de várias commodities estarem subindo simultaneamente é sinal de crescimento acelerado, de o mundo ter atingido alguns limites. Como sempre incomoda descobrir que existem limites, buscam-se culpados, como os especuladores, que estariam artificialmente elevando os preços, ou a existência de choques de oferta, que, por coincidência, tenham atingido vários produtos simultaneamente.
Mesmo que a inflação fosse puramente global, seu combate nos países não deve ignorar o que vem de fora. A perda de poder de compra gerado pelo choque inflacionário pode desencadear pedidos de aumentos salariais compensatórios, facilmente conseguidos neste ambiente de desemprego em queda, o que aumentaria os custos das empresas, incentivaria ainda mais o consumo e pressionaria a inflação. Uma espiral salários-preços acabaria sendo prejudicial para todos, em especial os mais pobres. Interromper essa possível espiral é um objetivo primordial para o Banco Central do Brasil.
Há riscos da volta da indexação no Brasil? - Não acredito que estejamos perto da volta ao passado de indexação que alimentava a inflação alta de décadas atrás. Houve muito avanço no passado recente, inclusive na aversão da sociedade à volta da inflação. Hoje em dia pode haver uma busca momentânea de recomposição de perdas de renda devida à inflação, e permitida pela situação econômica favorável no Brasil. Isso, porém, não vai levar à volta da inflação do passado, mas a um combate mais custoso para levar a inflação de volta à sua meta.
Os países estão combatendo esse fenômeno inflacionário recente? - A reação dos países contra a inflação tem sido tímida. Tem havido aperto monetário (subida de juros, aumento de compulsório) em várias economias emergentes. Mas essas medidas claramente não têm acompanhado a piora na inflação, o que tornou muito baixa a média dos juros reais para as 34 maiores economias emergentes.
Como o surto de inflação vai terminar? - Uma possibilidade é a desaceleração global já estar a caminho. Até há pouco tempo, a desaceleração que atualmente ocorre nos EUA era vista como uma espécie de tábua de salvação para alguns países emergentes. Ela seria a forma de combater a inflação global, sem que fosse necessário tomar nenhuma medida de aperto no país. Mas, por enquanto, não funcionou. A desaceleração nos EUA não foi suficiente para debelar a inflação global.
Uma outra possibilidade é o Fed, o banco central americano, voltar a subir os juros dos atuais patamares baixos e coordenar, implicitamente, a desaceleração mundial. Os atuais problemas financeiros e econômicos nos EUA parecem descartar essa solução no momento.
Finalmente, sobra a possibilidade de os países administrarem por conta própria uma desaceleração para combater a inflação, se e quando a inflação se tornar um problema suficientemente grande (vai demorar?). No Brasil, o Banco Central tem agido mais rápido que os do resto do mundo. Talvez em razão do nosso histórico inflacionário, já que o atual surto tem incomodado bastante. Pelo menos se fosse medir pelo número de perguntas aos ex-diretores do Bacen.
(*) Título emprestado de artigo de E. Bacha, JB, 22/6/1988.
Ilan Goldfajn, sócio da Ciano Investimentos, diretor do Iepe da Casa das Garças, é professor da PUC-Rio.
DEU NA FOLHA DE S. PAULO
O INIMAGINÁVEL ACONTECE
Clóvis Rossi
Clóvis Rossi
SÃO PAULO - À primeira vista, parece perfeita a análise do procurador federal Jorge Luís de Camargo, publicada ontem pelo "Painel do Leitor" desta Folha, obviamente sobre o caso Daniel Dantas.
Diz o procurador que se trata de "exemplo perfeito de plena democracia e funcionamento das instituições e dos Poderes do país, pois o banqueiro foi preso e solto duas vezes por ordens judiciais dadas por juízes independentes, que agiram conforme suas convicções e amparados, cada um com sua interpretação, na Constituição federal." Se você olhar para trás, ótimo.
Há uns 30 anos, pouco mais ou menos, prendia-se gente clandestinamente (e não se soltava).
Não se usavam algemas apenas, mas "pau-de-arara" e outros instrumentos medievais. Não havia espetáculo, como agora, mas tampouco havia lei. Melhoramos em algo, pois. O problema vem na frase seguinte, nas "convicções" e "interpretações" de cada autoridade judicial, amparadas na mesma Constituição.
Que deva haver margem para interpretação, parece indiscutível. Mas começa a ser tremendamente inquietante que a margem seja tão elástica a ponto de abrir um confronto não apenas entre integrantes do Judiciário, mas entre parte destes e parte do Executivo.
Bem feitas as contas, há, nessa margem, um grau de arbítrio, "pau-de-arara" à parte, que guarda remoto parentesco com os velhos tempos. Se tudo não passa de convicções e interpretações, em vez da letra clara e límpida da lei, ficam os cidadãos à mercê de tribunais que, como diz o notável jurista que é Paulo Brossard, "não são formados nem de santos nem de sábios".
Se não são, melhor seriam códigos que limitassem ao máximo a margem de interpretação. Do jeito que está, torna-se aterradora outra frase de Brossard na entrevista ontem publicada pela Folha: "Cumprir a lei se tornou quase uma coisa inimaginável".
Que deva haver margem para interpretação, parece indiscutível. Mas começa a ser tremendamente inquietante que a margem seja tão elástica a ponto de abrir um confronto não apenas entre integrantes do Judiciário, mas entre parte destes e parte do Executivo.
Bem feitas as contas, há, nessa margem, um grau de arbítrio, "pau-de-arara" à parte, que guarda remoto parentesco com os velhos tempos. Se tudo não passa de convicções e interpretações, em vez da letra clara e límpida da lei, ficam os cidadãos à mercê de tribunais que, como diz o notável jurista que é Paulo Brossard, "não são formados nem de santos nem de sábios".
Se não são, melhor seriam códigos que limitassem ao máximo a margem de interpretação. Do jeito que está, torna-se aterradora outra frase de Brossard na entrevista ontem publicada pela Folha: "Cumprir a lei se tornou quase uma coisa inimaginável".
DEU NA FOLHA DE S. PAULO
DESÂNIMO
Eliane Catanhêde
BRASÍLIA - Enquanto se discute se o foco é no corruptor (banqueiro, megaempresários...) ou no corrupto (agentes públicos variados); se Celso Pitta deveria ou não ser exposto ao vivo e em cores metido em pijamas na própria casa; se pode ou não usar algemas em peixe graúdo...ninguém mais fala da Santa Casa de Misericórdia do Pará.
A medida de um Daniel Dantas, de um Naji Nahas ou de um Eike Batista é em bilhões de dólares, e a medida de uma tentativa de suborno de delegados está na bagatela de um milhão e pouco de reais. Já a medida da Santa Casa de Misericórdia do Pará é em míseras centenas -centenas de bebês: 262 bebês morreram ali neste ano, foram enterrados e ninguém soube explicar por quê, nem alguém mais quer saber exatamente o que ocorreu.
Bilhões de dólares saem pelo ralo, seja da corrupção, seja da mera ganância patológica, e faltam migalhas para salvar bebês, mães e famílias, não só da morte como do abandono e do desalento. Morrem seis bebês, é coisa comum. Morrem 20, dão de ombro. Morrem 100 e não se acende uma luz amarela. São necessários 262 mártires para a maternidade acordar, o Estado acordar, o país acordar?
O debate nacional escorrega do possível corruptor para um leque infernal de supostos corruptos. Um deputado daqui, um advogado de lá, um juiz daqui, um assessor palaciano de lá e, quanto mais aumenta a rede, menos chance de se pegar o(s) peixe(s) graúdo(s).
No oceano de acusações cruzadas, de reputações periclitantes, ninguém ouve mais falar dos bebês, nem se horroriza mais com suas covinhas, uma atrás da outra, fantasmagóricas e conformadas. E ainda se fala, e se chora, hoje a morte do menino João Roberto no Rio. Mas só até a próxima bala policial perdida, a próxima vítima indefesa, a próxima família destroçada.
Bem-vindo, Salvatore Cacciola!
Sinta-se em casa.
Eliane Catanhêde
BRASÍLIA - Enquanto se discute se o foco é no corruptor (banqueiro, megaempresários...) ou no corrupto (agentes públicos variados); se Celso Pitta deveria ou não ser exposto ao vivo e em cores metido em pijamas na própria casa; se pode ou não usar algemas em peixe graúdo...ninguém mais fala da Santa Casa de Misericórdia do Pará.
A medida de um Daniel Dantas, de um Naji Nahas ou de um Eike Batista é em bilhões de dólares, e a medida de uma tentativa de suborno de delegados está na bagatela de um milhão e pouco de reais. Já a medida da Santa Casa de Misericórdia do Pará é em míseras centenas -centenas de bebês: 262 bebês morreram ali neste ano, foram enterrados e ninguém soube explicar por quê, nem alguém mais quer saber exatamente o que ocorreu.
Bilhões de dólares saem pelo ralo, seja da corrupção, seja da mera ganância patológica, e faltam migalhas para salvar bebês, mães e famílias, não só da morte como do abandono e do desalento. Morrem seis bebês, é coisa comum. Morrem 20, dão de ombro. Morrem 100 e não se acende uma luz amarela. São necessários 262 mártires para a maternidade acordar, o Estado acordar, o país acordar?
O debate nacional escorrega do possível corruptor para um leque infernal de supostos corruptos. Um deputado daqui, um advogado de lá, um juiz daqui, um assessor palaciano de lá e, quanto mais aumenta a rede, menos chance de se pegar o(s) peixe(s) graúdo(s).
No oceano de acusações cruzadas, de reputações periclitantes, ninguém ouve mais falar dos bebês, nem se horroriza mais com suas covinhas, uma atrás da outra, fantasmagóricas e conformadas. E ainda se fala, e se chora, hoje a morte do menino João Roberto no Rio. Mas só até a próxima bala policial perdida, a próxima vítima indefesa, a próxima família destroçada.
Bem-vindo, Salvatore Cacciola!
Sinta-se em casa.
DEU NO JORNAL DO COMMERCIO (PE)
DIREITO DE TODOS, DEVER DO ESTADO
Jayme Asfora
A palavra cidadania é originária do latim civitas, que quer dizer cidade. Foi usada na Roma antiga para indicar a situação política de uma pessoa e os direitos que a mesma tinha ou podia exercer. O artigo 6º da Constituição dispõe sobre os direitos sociais de todo cidadão como os direitos "à educação, à saúde, ao trabalho, à moradia, ao lazer, à segurança", entre outros. Já o artigo 196 da Constituição, determina que "A saúde é direito de todos e dever do Estado, garantindo mediante políticas sociais e econômicas que visem à redução do risco de doença e de outros agravos e ao acesso universal igualitário às ações e serviços para a sua promoção, proteção e recuperação."
Diante deste preâmbulo, podemos afirmar, sem qualquer sombra de dúvida, que o direito à saúde é um dos direitos fundamentais conferidos à cidadania previstos firmemente em nossa Constituição de 1988 e, como corolário, o Estado tem a obrigação de prover o sistema de saúde pública de recursos e infra-estrutura necessários para atender a todas estas normas. É de conhecimento geral que a saúde pública no Brasil tem sido, numa escalada perversa, relegada a plano secundário e não vem recebendo os investimentos necessários para garantir assistência a população. Em Pernambuco, a situação vem piorando a cada dia e a expectativa de que houvesse uma melhora na infra-estrutura e uma remuneração mais condizente para os médicos – como foi garantido, um ano atrás, diante do movimento que levou ao pedido de demissão de dezenas de profissionais – acabou frustrada.
Este descaso com a dignidade humana fere os olhos de quem chega, por exemplo, no Hospital da Restauração onde, em 2 de junho último, havia 20 pessoas aguardando tratamento intensivo. Durante uma visita, neste dia, em que a OAB-PE acompanhou o Cremepe e o Simepe, foram encontrados 200 leitos improvisados na emergência, em macas, cadeiras e lençóis no chão. O problema se repete nas emergências dos outros hospitais do Estado. Pacientes idosos, com problemas de fratura passam semanas aguardando uma cirurgia e, com isso, correndo risco de morte. E o pior é que, muitas vezes, pasmem, essas deficiências provocam não só o óbito do paciente como ainda levam médicos e enfermeiros a serem processados por negligência.
Os médicos que pediram demissão do serviço público estadual (em 2007) estão buscando não apenas pressionar o Estado a atender suas muito legítimas reivindicações. Mas, principalmente, alertar a sociedade para o descumprimento pelo Poder Público dos deveres que lhe são impostos por comandos e princípios constitucionais, como o Princípio da Dignidade Humana.
A intolerável omissão estatal em face de suas obrigações morais e éticas não pode ser negada com tergiversações e sofismas – como atribuir esta situação de calamidade pública ao fim da CPMF. Vale lembrar que segundo o §1º do art. 198, também da Constituição, o Sistema Único de Saúde (SUS) será financiado com o orçamento da seguridade social, da União, dos Estados, do Distrito Federal, dos municípios e de outras fontes. Ou seja, não se pode remeter ao fim da CPMF. As fontes de financiamento previstas, inicialmente, já eram outras. E nos 10 anos em que vigorou, a CPMF pouco fez para impedir que a crise no setor se tornasse crônica e o quadro irreversível. Foi eficaz, sim, para finalidades outras como engordar o já robusto caixa do superávit primário, tão acalentado pelo governo Federal. Ou seja, a CPMF não evitou que o Estado fosse leniente com a saúde pública.
No Brasil, segundo o sindicato dos hospitais de Pernambuco (Sindhospe), "para um gasto total de U$ 600 per capita/ano (em saúde), apenas US$ 300 vêm do setor público. Destes, apenas U$ 150 são investimento federal, ou seja, U$ 0,40 por cidadão brasileiro". É, vergonhosamente, um dos países latino-americanos onde menos o Poder Público se preocupa em proteger a vida dos seus cidadãos.
Por fim, a luta que deveria ser abraçada pelos homens públicos é a da regulamentação da emenda constitucional 29 (mediante a qual 15% do orçamento dos municípios, 12% do dos Estados e 10 % do orçamento da União deveriam ir para o financiamento público do sistema de saúde). De maneira civilizada, ouvindo-se as entidades médicas e os setores da sociedade historicamente comprometidos com o Estado Democrático de Direito.
Jayme Asfora
A palavra cidadania é originária do latim civitas, que quer dizer cidade. Foi usada na Roma antiga para indicar a situação política de uma pessoa e os direitos que a mesma tinha ou podia exercer. O artigo 6º da Constituição dispõe sobre os direitos sociais de todo cidadão como os direitos "à educação, à saúde, ao trabalho, à moradia, ao lazer, à segurança", entre outros. Já o artigo 196 da Constituição, determina que "A saúde é direito de todos e dever do Estado, garantindo mediante políticas sociais e econômicas que visem à redução do risco de doença e de outros agravos e ao acesso universal igualitário às ações e serviços para a sua promoção, proteção e recuperação."
Diante deste preâmbulo, podemos afirmar, sem qualquer sombra de dúvida, que o direito à saúde é um dos direitos fundamentais conferidos à cidadania previstos firmemente em nossa Constituição de 1988 e, como corolário, o Estado tem a obrigação de prover o sistema de saúde pública de recursos e infra-estrutura necessários para atender a todas estas normas. É de conhecimento geral que a saúde pública no Brasil tem sido, numa escalada perversa, relegada a plano secundário e não vem recebendo os investimentos necessários para garantir assistência a população. Em Pernambuco, a situação vem piorando a cada dia e a expectativa de que houvesse uma melhora na infra-estrutura e uma remuneração mais condizente para os médicos – como foi garantido, um ano atrás, diante do movimento que levou ao pedido de demissão de dezenas de profissionais – acabou frustrada.
Este descaso com a dignidade humana fere os olhos de quem chega, por exemplo, no Hospital da Restauração onde, em 2 de junho último, havia 20 pessoas aguardando tratamento intensivo. Durante uma visita, neste dia, em que a OAB-PE acompanhou o Cremepe e o Simepe, foram encontrados 200 leitos improvisados na emergência, em macas, cadeiras e lençóis no chão. O problema se repete nas emergências dos outros hospitais do Estado. Pacientes idosos, com problemas de fratura passam semanas aguardando uma cirurgia e, com isso, correndo risco de morte. E o pior é que, muitas vezes, pasmem, essas deficiências provocam não só o óbito do paciente como ainda levam médicos e enfermeiros a serem processados por negligência.
Os médicos que pediram demissão do serviço público estadual (em 2007) estão buscando não apenas pressionar o Estado a atender suas muito legítimas reivindicações. Mas, principalmente, alertar a sociedade para o descumprimento pelo Poder Público dos deveres que lhe são impostos por comandos e princípios constitucionais, como o Princípio da Dignidade Humana.
A intolerável omissão estatal em face de suas obrigações morais e éticas não pode ser negada com tergiversações e sofismas – como atribuir esta situação de calamidade pública ao fim da CPMF. Vale lembrar que segundo o §1º do art. 198, também da Constituição, o Sistema Único de Saúde (SUS) será financiado com o orçamento da seguridade social, da União, dos Estados, do Distrito Federal, dos municípios e de outras fontes. Ou seja, não se pode remeter ao fim da CPMF. As fontes de financiamento previstas, inicialmente, já eram outras. E nos 10 anos em que vigorou, a CPMF pouco fez para impedir que a crise no setor se tornasse crônica e o quadro irreversível. Foi eficaz, sim, para finalidades outras como engordar o já robusto caixa do superávit primário, tão acalentado pelo governo Federal. Ou seja, a CPMF não evitou que o Estado fosse leniente com a saúde pública.
No Brasil, segundo o sindicato dos hospitais de Pernambuco (Sindhospe), "para um gasto total de U$ 600 per capita/ano (em saúde), apenas US$ 300 vêm do setor público. Destes, apenas U$ 150 são investimento federal, ou seja, U$ 0,40 por cidadão brasileiro". É, vergonhosamente, um dos países latino-americanos onde menos o Poder Público se preocupa em proteger a vida dos seus cidadãos.
Por fim, a luta que deveria ser abraçada pelos homens públicos é a da regulamentação da emenda constitucional 29 (mediante a qual 15% do orçamento dos municípios, 12% do dos Estados e 10 % do orçamento da União deveriam ir para o financiamento público do sistema de saúde). De maneira civilizada, ouvindo-se as entidades médicas e os setores da sociedade historicamente comprometidos com o Estado Democrático de Direito.
» Jayme Asfora é presidente da OAB-PE.
Violência: Em nota, PPS condena "política de enfrentamento" adotada pelo governo do Rio de Janeiro
Freire: "De 2003 a 2007, 5.658 pessoas foram mortas em ações policiais, no estado do Rio, muitas delas com sinais claros de execução. Em 2008, todos os recordes de violência policial letal já estão sendo batidos. Nenhum tipo de crime entretanto cedeu, ao contário, e nenhuma área do Rio de Janeiro foi devolvida ao direito de ir-e-vir da população".
Freire: "De 2003 a 2007, 5.658 pessoas foram mortas em ações policiais, no estado do Rio, muitas delas com sinais claros de execução. Em 2008, todos os recordes de violência policial letal já estão sendo batidos. Nenhum tipo de crime entretanto cedeu, ao contário, e nenhuma área do Rio de Janeiro foi devolvida ao direito de ir-e-vir da população".
O presidente nacional do PPS, Roberto Freire, divulgou ontem, segunda-feira, nota em que condena a "política de enfretamento" patrocinada pelo governo do Rio de Janeiro na área de segurança pública. "A cada dia o Rio de Janeiro surpreende o Brasil e o mundo com novas tragédias ligadas à insegurança pública. Enquanto isso, o governo do Estado apresenta ao país seu cardápio de ações, nessa área: mais mortes, mais tragédias, mais corrupção policial e mais milícias", diz a nota. Confira abaixo a íntegra.
Uma política fracassada
A cada dia o Rio de Janeiro surpreende o Brasil e o mundo com novas tragédias ligadas à insegurança pública. Enquanto isso, o governo do Estado apresenta ao país seu cardápio de ações, nessa área: mais mortes, mais tragédias, mais corrupção policial e mais milícias. De 2003 a 2007, 5.658 pessoas foram mortas em ações policiais, no estado do Rio, muitas delas com sinais claros de execução. Em 2008, todos os recordes de violência policial letal já estão sendo batidos. Nenhum tipo de crime entretanto cedeu, ao contário, e nenhuma área do Rio de Janeiro foi devolvida ao direito de ir-e-vir da população. São os resultados da chamada política do enfrentamento. Paralelamente, os baixíssimos salários dos policiais acabam por estimular os bicos ilegais, primeiro passo para a barbárie das milícias. Depois de dois anos de governo, nada se fez em matéria de reforma das polícias; nada se fez em direção à construção de políticas preventivas. À corrupção e à licença para matar, soma-se o despreparo policial. Desse coquetel explosivo resultam sofrimento e medo.
Nas favelas e comunidades, facções criminosas impõem sua tirania ou são substituídas pelo despotismo das milícias. Lá, o Estado só aparece para caçar suspeitos. De sua parte, o tráfico de drogas e armas, mesmo perdendo seus líderes eventuais, por prisão ou morte, tem inesgotável capacidade de recrutar novos agentes, dada a manutenção das condições em que atuam, as quais ensejam a formação de um verdadeiro "exército de reserva", constituído por jovens vulneráveis, sem perspectiva ou esperança. Sendo assim, caberia ao Estado, ao invés de matar esses agentes criminosos, interceptar a dinâmica perversa de recrutamento, alterando suas condições de possibilidade. Para interromper essa dinâmica de reprodução e dar sustentabilidade a qualquer política de segurança, será necessário que o Estado esteja presente não só com a polícia, mas através de políticas públicas que instituam um poderoso foco de gravitação social e cultural, capaz de atrair os jovens vulneráveis.
A arrogância do governo do Estado, com anuência de setores da mídia, tem mascarado o monstruoso fracasso da “política de enfrentamento”. Não haverá política de segurança conseqüente enquanto as polícias fluminenses não forem refundadas. Ao invés de lançar-se a esse esforço histórico, abrindo-se ao diálogo com a sociedade, a universidade e os próprios policiais bem intencionados, o governo se fecha em sua onipotência e reprime os policiais críticos. O rei está nu: o estado do Rio está sem rumo. Violência gera violência. Basta de brutalidade arbitrária; chega de corrupção; cessem os crimes do Estado.
Roberto Freire
Presidente Nacional do PPS