En ese contexto, disputando la alcaldía de la ciudad de São Paulo ha crecido meteóricamente una figura, Pablo Marçal, quien dice representar mejor que nadie los valores y principios del bolsonarismo. Este candidato nos recuerda mucho más el discurso tosco y agresivo del excapitán del pasado (elecciones de 2018) que al actual Jair Bolsonaro, bastante más preocupado en moderar su retórica para cautivar al conjunto de partidos que forman el centrão, bloque que domina ampliamente el Parlamento brasileño. Bolsonaro necesita de estos partidos que controlan el Legislativo para conseguir la ansiada amnistía que le permitiría postularse a las elecciones de 2026.
¿Y quién es Pablo Marçal?En pocas palabras,
es un delincuente procesado y condenado por la Justicia, por diversos tipos de
delitos entre los cuales se destacan el hurto calificado y aplicación de golpes
financieros por medios digitales a familias de escasos recursos, muerte de un
prestador de servicios y desacato de orden judicial.
Además, posee un vasto prontuario que lo
vincula desde hace muchos años con la facción criminosa denominada Primer
Comando de la Capital, el temido PCC.Su partido, el PRTB (Partido Renovador
Laborista Brasileño), es una leyenda infectada por miembros del narcotráfico y
milicianos que utilizan la sigla para adquirir poder político en diversos
territorios ubicados principalmente en los Estados de São Paulo y Rio de
Janeiro.
Después de su condena, Marçalse convirtió en
un coach e influenciador que hizo su fama y su fortuna engañando a
personas ingenuas y desesperadas que necesitan una palabra de aliento. En esta
campañapara la alcaldía, utiliza las redes para difundir sus mentiras y atacar
a sus rivales con videos cortos manipulados por el equipo de producción.En esta
estrategia de injuriar y denegrir a sus adversarios, también sumó a grupos de
adolescentes a los cuales entrega premios en competiciones remuneradas para
quienes consigan viralizar con mayor rapidez sus videos calumniosos en las
redes.
Esta práctica se encuentra prohibidapor la
Justicia Electoral,y por ello mismo, esta semana el Ministerio Público entró
con acciones para que sea investigado por abuso de poder económico, tenga su
registro bloqueado y sea declarado inelegible. Pero a Marçal–que como decíamos
ya fue condenado en otras oportunidades- parece importarle muy poco alguna
posible sanción por ejecutar conductas penalizadas por el código electoral o
por la justicia en general.
Bastante se ha dicho y escrito que el triunfo
de Bolsonaro y los candidatos de la extrema derecha se debió a los disparos en
masa realizados en WhatsApp y otras redes sociales. En parte ello es cierto,
pero no hay que dejar de considerar que los principales propulsores de la
ascensión de la extrema derecha en Brasil y en el planeta se apoyan en el
desempleo o el empleo precarizado, en la incertidumbre que asola a la mayoría
de las familias sobre el futuro y la escasez de recursos para llevar una vida
digna, en el clima de miedo e inseguridad ciudadana que ensombrece la
cotidianidad de las personas, en la desconfianza a los múltiples “enemigos”
ocultos que acechan a la vuelta de la esquina: los migrantes, los pobres, los
negros, los grupos GLBTQ+, en definitiva, los otros, los que son diferentes.
Es decir, el uso desregulado de las redes y
la diseminación abusiva de fake news puede ayudar a candidatos como
Trump, Bolsonaro, Milei o Marçal, aunque una estrategia de campaña exitosa no
se sustenta solamente en estos mecanismos. Ella también va ganando adeptos
debido a la ineficiencia de las políticas públicas para resolver los problemas
de la población, la corrupción rampante en todos los ámbitos, la parcialidad e
impunidad otorgada por los Tribunales de Justicia a los crímenes de cuello
blanco, la sensación de inseguridad permanente frente a la delincuencia
desbordada y un largo etcétera.
Estos traumas y ansiedades del mundo
contemporánea, buscan una salida “anti-sistema” ofrecida por el populismo de
extrema derecha: Más seguridad, más coerción, más control social, más ataques a
la política y a los políticos, más trabas al ejercicio democrático de los
ciudadanos. Dicho discurso de inspiración fascista encuentra refugio en una
parcela significativa de los electores que experimentan un hartazgo con el
sistema y quieren cambiarlo radicalmente.
En ese caldo de temores, prejuicios y odio
desmesurado se alimentan figuras como Pablo Marçal, que autodefiniéndose como
un no político, utilizan el expediente de destruirlo todo para construir algo
después (no se sabe qué) y de esta forma consiguen cautivar a una masa
significativa de electores decepcionados que se informan a través de los
vehículos digitales y las redes sociales virtuales.
La gran ironía del destino, en este caso,
surge cuando vemos que una figura bolsonarista de primera línea está siendo
atacada vehementemente por el clan Bolsonaro, intercambiando descalificaciones
y mentiras reciprocas que ponen en serio peligro la unidad de la extrema
derecha. Algunos analistas suponen que se va a producir una fractura
irreconciliable entre estos sectores, augurando que el gran depositario y
heredero del proyecto ultraderechista radicalizado es actualmente Marçal y no
Bolsonaro. Los votos que obtendría el primero ya erigido como un candidato
díscolo del bolsonarismo, representa la declinación del ex capitán como líder
de la facción ultraderechista dentro del escenario político brasileño.
Eduardo Bolsonaro, ¿el heredero?
El riesgo para Bolsonaro y sus seguidores es
que, si la ascensión de Marçal se mantiene al acelerado ritmo de las últimas
semanas y en ese caso triunfe en las próximas elecciones municipales, su nombre
se puede transformar en el representante y abanderado de los electores que
comparten el ideario de extrema derecha que hasta ahora ha liderado el ex
capitán.
De esta manera, Pablo Marçal, el “exitoso”
empresario de las redes y del coaching puede constituirse,a partir de
ahora, en la carta ganadora de los grupos radicalizados que no cuentan con el
expresidente inelegible para aspirar a retomar la batuta del poder en 2026.
Ello va rediseñando el campo de disputas en la ultraderecha y socavando las
bases sobre las que se apoya Bolsonaro que viene anunciando, cada vez con mayor
ímpetu, que dicho convidado a la fiesta se ha transformado en una persona
non grata.
*Doctor en Ciencias Sociales. Editor del
Blog Socialismo y Democracia. Colaborador del Centro Latinoamericano de
Análisis Estratégico (CLAE)
Tu és um Cabrão mentiroso um isqueirdista sem escrúpulo
ResponderExcluirSó faltou pedir voto do candidato da extrema esquerda invasor de terras privadas e apartamentos alheios Guilherme bolos
O povo está cansado de vocês e de tanta mentira e vai eleger o Pablo Marçal no primeiro turno
O jornalista podia aprender a falar e escrever português afinal ele está no Brasil Fica com esse monte de lorota em espanhol fica mais difícil aceitar essas mentiras
ResponderExcluirO artigo é muito lúcido e esclarecedor desse "criminoso, abjeto e marginal" chamado Pablo Marçal. Teu português que é um desastre completo. Volta para a escola jumento !!
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